Un reto conquistarla...


Parece mentira pero aquel 1996, frío y bonito aun late en mi memoria como si fuera ayer, no quiero sumirme en vivir en el pasado, pero parece que a veces eso s lo que quiero.

Pero su boca bella, su boca dulce, esa misma que conquisté como si fuera una guerra, por citar una de las tantas epopeyas que ha habido a nivel mundial, así me fajé durante aquellos años con un simple propósito... besarla, así aquella tarde de junio casi un mes después de conocerla pude por fin montar el ataque.

Una estrategia que se te ocurre sólo cuando te enamoras, sus brazos se lucían entre una blusa negra sin mangas que siempre usaba y unos "Didijin" que más bien parecían pintados sobre sus piernas.


Digo que si todo el mundo estuviera enamorado quizás, la vida fuera otra cosa, es falso cuando las personas dicen, yo hago lo que me gusta... si fuera así todo el mundo pensara diferente.


Yo luché como si se tratara de lograr un pedazo de tierra con petróleo, besarla, ver sus ojazos verdes y acariciar sus rulos eran como un reto diario.

Me quedaba horas y horas viéndola como si fuera una diosa, a veces se daba cuenta de ello, y no decía nada.


Pero así fue que aquel día lo logré, aquella tarde con el sol de Puerto Cabello cuando la gente aún se sentaba humanamente en el Malecón y así entre palabra y palabra se lo dije... ¡creo que te amo! ¿que? y cuando apenas volteó la besé... fue un beso rico, creo que en mi boca tiene ese sabor guardado porque cada vez que me acuerdo me sabe a sus labios...


Un ¡mmmm! ¿que te pasa? ¿porqué haces eso? y tocándose los labios lo que hizo fue reírse... y lo volví a hacer...